El chacualole o xacualole (del náhuatl xacualolli, del verbo xacualoa, «amasar»)[1] es un dulce elaborado principalmente con calabaza, a menudo también manzana, guayaba, tejocote y/o piloncillo o caña, aromatizado con piel de naranja, canela, clavo de olor y/o anís.[2] También se lo conoce como dulce de calabaza, y la variedad usada generalmente es calabaza de Castilla. Es de origen prehispánico, y es muy típico como ofrenda a los muertos en el Día de Muertos.
Chacualole | ||
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Otros nombres |
dulce de calabaza xacualole xacualote | |
Tipo | dulce | |
Ingredientes | calabaza · manzana · guayaba · tejocote · piloncillo o caña · piel de naranja · canela · clavo de olor · anís | |
Distribución |
Guatemala![]() México ![]() | |
En Chilapa, Guerrero, se denomina chacualole a un pico de gallo dulce hecho con toronjas martajadas, chile serrano, sal y piloncillo. En cambio, en Morelos, el chacualole son la pulpa y las pepitas de la calabaza cocidas con epazote y picante.[3]
Los ingredientes se lavan, se pican o cortan en dados pequeños y se agregan a una gran cazuela con agua. Tradicionalmente, se usan cazuelas de barro y se calienta sobre el anafre sin dejar de remover.[4] A medida que se cuecen, los trozos de vegetal se van desmoronando. En este punto se decide cuánto tiempo más se cuece en función de la textura que desee uno, si más al dente (trozos cocidos pero firmes) o suave (trozos desmoronados).
Se sirve frío, aunque de diversas maneras: con leche, en torta, acompañando el pan de muerto... o solo.[4]
En la tradición mesoamericana del Día de Muertos, el chacualole es una de las ofrendas del altar de muertos. La calabaza es un producto muy ligado a las culturas prehispánicas, que no solo lo consideran fuente de alimento, sino también para hacer utensilios como cucharones, e incluso instrumentos musicales.[5]
Durante la festividad del Día de Muertos, llamada internacionalmente Halloween, fue tradicional que los niños fuesen puerta por puerta pidiendo chacualole. Así lo explican las periodistas S. Colin y N. Reyes para El Universal: «La gente les servía en ollas de barro esta pulpa endulzada con piloncillo y al terminar la noche repartían el botín entre todos».[6] En este mismo reportaje entrevistan a doña Nicanora, que recuerda cómo durante su infancia en Iztacalco en los años 30, los niños cantaban:
Muerto si hubieras corrido,
no te hubieran alcanzado,
pero como no corriste
ya te llevan cargando.
Alabada sea la hora
en que Cristo nació,
por salvarnos del pecado,
bendita sea su pasión: ¡el chacualole!Nicanora para El Universal (2015)[6]
En Temamatla, Edomex, apodada «la capital de la calabaza», se realiza cada noviembre la Feria del Chacualole, coincidiendo con el Día de Muertos.[7] También en Tlalmanalco, Edomex, se organiza el Festival del Chacualole.[5]